Opinión. “El mundo avanza hacia cero emisiones netas: hacia un futuro sostenible”

Marta Beatriz Vidal, integrante de la comisión asesora de Ambiente del CPCE Córdoba, es autora de la siguiente columna de opinión:

“El cambio climático es una de las principales amenazas a nivel global, y cada uno de nosotros tiene la capacidad de contribuir significativamente a mitigar sus efectos. Este desafío no solo implicará transformaciones en nuestra forma de vida, sino que también requiere la adopción de soluciones verdes y tecnologías más eficientes.

“En Singapur el gobierno ha asumido el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a un rango de entre 45 y 50 millones de toneladas para el año 2035. Este esfuerzo demuestra un enfoque integral para equilibrar la responsabilidad ambiental con el crecimiento económico. Singapur proporciona valiosas lecciones sobre cómo alcanzar dichos objetivos, destacando la importancia de cambios en los hábitos de vida de la población, que, en su camino hacia la meta de cero emisiones netas para 2050, está implementando políticas efectivas.

“En la Argentina y, específicamente, en Córdoba, las iniciativas están en etapas iniciales, pero muestran un gran potencial. El Gobierno provincial tiene la intención de implementar créditos de carbono y, de manera complementaria, promover la eficiencia energética en diversos sectores, como la industria y el transporte. Los créditos de carbono son instrumentos financieros que representan el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono (CO2) o su equivalente en otros gases de efecto invernadero (GEI), los cuales han sido eliminados o evitados de ingresar a la atmósfera. Permiten compensar la huella de carbono, ofreciendo a las empresas y personas la posibilidad de reducir su impacto ambiental mediante su adquisición.

“Para avanzar en este proceso, es crucial establecer un plan con metas claras y plazos definidos, como las ‘tres etapas reformadoras’, cuyo objetivo final es reducir el consumo energético en un 10%. A pesar de las dificultades que se presentan, tales como las limitadas opciones de energías alternativas y la dependencia tecnológica, es posible contribuir al bienestar del medio ambiente y mejorar la calidad del aire y la biodiversidad mediante un enfoque decidido y planificado.

“Las tres etapas que guiarán este proceso son

Reducir. La reducción del consumo energético es el primer paso para mitigar el impacto ambiental. Algunas acciones clave incluyen diseñar hogares con tecnologías eficientes en el consumo energético, fomentar la cultura de la sustentabilidad dentro de las familias, crear espacios en edificios y viviendas que operen bajo estándares de eficiencia energética, construir una cultura de reciclaje que impulse la sostenibilidad, promover el uso de la bicicleta y vehículos que funcionen con biocombustibles o electricidad en la vía pública; fomentar el uso de vehículos eléctricos para el transporte de mercancías y en el transporte público; implementar métodos de agricultura sostenible que respeten el medio ambiente y proteger los bosques para evitar la liberación de CO2 almacenado en la biomasa forestal.

Reemplazar. El reemplazo del consumo de fuentes de energía convencionales por alternativas más limpias. Por ejemplo, sustituir el consumo de carbono por electricidad proveniente de fuentes renovables; aumentar el uso de energías alternativas, como la solar y los biocombustibles; adoptar métodos agrícolas que no solo reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también mejoren la salud del suelo y fomentar la plantación de árboles para absorber CO2 de la atmósfera.

Remover. La remoción de carbono implica la aplicación de energías que operen bajo estándares de eficiencia, el impulso de energías renovables, y la reforestación, entre otras acciones. Estas medidas contribuirán a la mejora de la calidad del aire y de la biodiversidad, y ayudarán a reducir el consumo energético, generando a su vez nuevos empleos en sectores verdes. La remoción de carbono es esencial para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas, y se logra mediante un enfoque holístico que combina innovación tecnológica con prácticas sostenibles.

“Este objetivo colectivo nos coloca en el camino hacia un futuro sostenible, con la meta final de lograr cero emisiones netas. Solo con la colaboración activa de gobiernos, empresas y ciudadanos podremos avanzar hacia este ideal, reduciendo las emisiones, protegiendo el medio ambiente y mejorando la calidad de vida para las generaciones futuras”.

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